Los límites de la libertad de expresión


Hace unos meses mi Agencia “Sistema Informativo Multimedios” (SIM), pasó por una experiencia de derecho de réplica y denuncia por presunto daño moral a un funcionario público de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Benito Juárez, caso que no llegó a los tribunales por la capacidad de negociación de los clientes de la Agencia, pues las presunciones pudieron ser demostradas al grado que el tiempo nos dio la razón y el funcionario fue despedido por actos de corrupción.
Mi error, fue no haber revisado la nota distribuida por SIM donde el editor junto con el reportero utilizaba términos como “se presume”, “presuntamente”, “fuentes dignas de crédito”, “fuentes fidedignas al interior”, “en círculo cercano”, entre otras muchas aseveraciones que no dejan claro el origen de la fuente, además de no mostrar documento alguno de lo que es señalado.
Soy un defensor de la libertad, porque es fundamental, es indispensable, debería ser intocable, invulnerable; pero su aplicación y sus expresiones cotidianas no se pueden sustraer del respeto y guarda de otros derechos y libertados, no es un tema aislado y unilateral.
De lo que no estoy de acuerdo es en la “diarrea verbal” de locutores que acusan sin fundamentos, simplemente porque “escucharon por ahí”, porque les comentó “un allegado”, porque lo dijo “una fuente digna de crédito”, porque rompemos con el principio de rigor periodístico, de no confirmar la información, nos vamos con lo primero sin medir las consecuencias de nuestros dichos.
Tener un micrófono, una cámara o un portátil para escribir nuestras notas, no nos da derecho a querer destruir a quienes consideramos nuestros adversarios, porque no quisieron darnos una declaración, un convenio o simplemente no coincidimos con sus ideas políticas; al contrario, es una responsabilidad que debemos de tomar con seriedad, porque las decenas, centenas o millares que nos escuchan, ven o leen, confían en lo que nosotros les informamos, pero si lo hacemos desde nuestras vísceras, entonces podemos ser sujetos de responsabilidades que podrían llegar hasta los tribunales.
Una cosa son las afirmaciones sin sustento, temerarias, lesivas de la dignidad ajena, arbitrarias, sin confirmación ni fundamento y otra, muy distinta, es la necesaria contextualización que debemos hacer los medios de comunicación frente a ciertos episodios que obligan a repasar los antecedentes de quienes en ellos intervienen; es decir, recordar que algún funcionario o político pasó por los tribunales, por la cárcel o por el escrutinio público por corrupto, no es levantar falsos, simplemente es contar hechos consumados; pero si no tenemos pruebas de nuestros dichos, entonces sí hay un delito de calumnia y hasta daño moral.
Concluyo al decir, que antes de hablar o escribir, hay que pensarlo dos veces, porque después nada es igual. Los límites de la libertad de expresión incluyen la protección de otros derechos fundamentales, como el honor, la intimidad, la propia imagen y la protección de la infancia y la juventud. También se prohíben el discurso de odio, la incitación a la violencia o discriminación y la difusión de mentiras que perjudiquen a terceros. La desinformación, la revelación de secretos y la manipulación de la información son otros ejemplos de acciones que pueden ser castigadas, especialmente en el ámbito digital donde se debe regular el contenido ilícito sin censurar arbitrariamente.
Así que locutores de radio, textoservidores y conductores de noticias por televisión o redes sociales, debemos tener cuidado de caer en la tentación “de hacer polvo” a tal o cual político, porque dentro de los derechos de terceros está que la libertad de expresión no puede vulnerar los derechos fundamentales de otras personas, como el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen; la divulgación de mentiras o calumnias sobre otras personas puede acarrear consecuencias legales. Ahí se las dejo…
SASCAB
Por cierto, hoy el Gobierno de México, a través de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) y la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), realizará el Segundo Simulacro Nacional por medio del Sistema de Alertamiento Masivo que llegará a los celulares de 80 millones de usuarios a las 12:00 horas (1:00 pm hora local).
Se realizará con una hipótesis por sismo magnitud 8.1 con epicentro en Lázaro Cárdenas, Michoacán; por huracán en Campeche, Yucatán, Sonora, Quintana Roo y Baja California Sur; por incendio urbano en Durango, Guanajuato y Tamaulipas; y por Tsunami en Baja California.
Así que los lectores de la Península de Yucatán no se alarmen si a su celular les llega un aviso de huracán a esa hora, pues es parte del simulacro en conmemoración del Día Nacional de Protección Civil. Al tiempo…