TRUMP Y NUESTRA SOBERANÍA
No cabe duda que el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo está condenado a seguir las disposiciones de Donald Trump, el Presidente Norteamericano, quien hasta ahora ha venido dando golpes certeros al régimen encabezado por la primera mujer que alcanza el poder, y que por desgracia no ha encontrado la manera de deshacerse de la sombra del mandatario estadounidense.
Y para decirlo más claro, no creo que pueda quitarse esa sombra que hasta ahora ha consentido, porque el Mandatario Norteamericano sabe como avanzar para doblegar a sus más preciados rehenes de sus disposiciones dictatoriales que hasta ahora ha venido mostrando y demostrando, y los mexicanos podemos tener la seguridad de que seguirá mostrando sumisión.
Pero habrá que reconocer que este país estará inmerso durante seis años en la red de poder que ha venido estableciendo el inquilino de Palenque, quien poco a poco ha introducido a su hijo mayor en la toma de decisiones palaciegas, con la finalidad de mantener un Maximato que hasta ahora ha venido funcionando ciento en popa, sin que los mexicanos se hayan enterado.
Donald Trump ha establecido un cerco en la operación diaria de la toma de decisiones que hasta ahora mantiene aprisionada a la Mandataria Mexicana, quien no ha querido darse cuenta de que la manipulación del mandatario norteamericano le ha tendido una red en la que cayó desde hace varios meses y que hasta ahora sigue manteniendo vigente aunque prefiera no darse cuenta de ello.
Para decirlo más claro, ya no es el inquilino de Palenque quien obedece las órdenes del señor Trump, ahora lo hace la Presidenta, y eso quiere decir que el mandatario norteamericano cuenta con una cuasi sirvienta para cumplir las instrucciones que le ha venido dando de manera soterrada, y quiera o no, ha estado satisfaciendo los apetitos del Norteamericano porque su perfil no le da para intentar revelarse.
La Señora Sheinbaum pondera decir misa, pero quien hasta ahora toma determinaciones en este país es el mandatario Norteamericano, y esa circunstancia evidencia que la mandataria mexicana en materia de la relación bilateral no tiene ni la mínima idea de cómo se realizan en los entretelones del gobierno norteamericano el destino de este país. Así de simple nuestra circunstancia. Al tiempo.
