EL PODER DE LOS CARTELES
De acuerdo al periódico estadounidense The Wall Street Journal, el crimen organizado ya se apoderó de todos los espacios en la sociedad y el gobierno, pero esa circunstancia no es nueva, porque desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador al ejercicio del Poder Público hubo un pacto en el que se señalaba hasta dónde podrían operar, que es lo que podían hacer, pero lo más importante es que no se atentará contra los ciudadanos.
Y habrá que señalar que ese pacto sigue vigente de acuerdo a lo que han señalado las agencias norteamericanas, lo que quiere decir, y se confirma, que el señor Andrés Manuel López Obrador y sus muy queridos hijitos recibieron grandes cantidades de dinero para mantener la campaña permanente del ahora inquilino de Palenque, y sus más cercanos colaboradores.
Bien señalan las agencias norteamericanas que el crimen organizado está inserto en todas las dependencias y en todos los niveles de la sociedad mexicana, lo que ahora frustran las acciones que se toman para combatirlos poniendo en peligro los acuerdos que la Presidenta Sheinbaum ha venido estableciendo con su homólogo norteamericano Donald Trump, de acuerdo a la afirmación que hace el periódico The Wall Street Journal.
Y esta circunstancia confirma la cercanía del Gobierno obradorista, y quizá el de Claudia Sheinbaum, por la infiltración de pandillas en la mayoría de los gobiernos locales socavando los intentos de tomar el control del país. Y esa afirmación la hizo el Wall Street Journal, lo que quiere decir que ahora han desnudado no tan solo al expresidente, sino la tolerancia de la propia Mandataria.
Lo peor de todo es que el propio medio de comunicación ha realizado una reseña acerca de los escándalos de corrupción protagonizados por Adan Augusto López Hernandez, quien ya debiera estar tras las rejas desde hace mucho tiempo, pero seguramente algo le sabrá a la Señora Sheinbaum quien hasta ahora no ha hecho señalamientos, mientras las agencias mexicanas guardan silencio para no generar un escándalo internacional de graves proporciones.
Lo cierto es que tanto la mandataria como el inquilino de Palenque y Adán Augusto, tienen mucha cola que les pisen, y no va a faltar quien lo comience a señalar desde las agencias norteamericanas que en cualquier momento aborden el tema que pareciera convertirse en uno de los mayores escándalos para este país. Como dicen por ahí, cada quien con su culpa. Al tiempo.
