La “chamba” de un vocero


Platiqué con unos estudiantes de Comunicación, quienes ya quieren salir al mundo laboral, para demostrar que están mejor preparados que los que les anteceden, como todos, quieren estar al frente de las cámaras dando las noticias o frente a micrófonos de una radio; los más intrépidos, quieren hacer su propio canal utilizando las nuevas tecnologías de la comunicación.
Pero hay un sector, quizá un diez por ciento, que me dijo que quiere incursionar en el mundo de la vocería, no solo de las empresas, sino también de gobierno; es a este último que quiero referirme, porque considero que en algunos casos, hay una mala percepción de la responsabilidad de un vocero gubernamental.
Los voceros, sea de un País, Estado, Municipio o de algunos otros niveles de gobierno y poderes del Estado, la mayor parte del tiempo la pasan en labores administrativas, sin que cumplan con su misión de preparar a su cliente para una entrevista, ni menos para informarles sobre los temas que están sobre la mesa y que tienen que ver con su desempeño gubernamental. Es por eso, que cuando la persona sale a responder sobre tal o cual tema, lo hace sin tener los “pelos de la burra en la mano”, es cuando vienen los tropiezos y en lugar de ayudar a la imagen, se la dañan.
Aunque sea muy difícil su cliente o su jefe, no le ayudan al decirle sobre el tema de la comunicación no verbal, que es tan importante como las palabras. Me ha tocado estar, tanto en entrevistas de banqueta como las de estudio y, es terrible cuando uno ve a funcionarios que dicen una cosa con las palabras y otra con su cuerpo y rostro. Expresiones de nerviosismo, evitar el contacto visual o gestos inadecuados que le restan credibilidad al entrevistado; de ahí es donde salen las críticas a través de los memes y complicar la comunicación.
Hoy, algunos voceros creen tener la verdad absoluta y envían a sus aliados a realizar todo tipo de distribución de noticias, aunque están sean “de risa” para la población, quienes son los que conocen perfectamente la manera en la que los gobiernan. Voceros que solo centran su tarea en “batear” a representantes de medios de comunicación; a darles largas a las entrevistas que solicitan con los titulares de las dependencias o las figuras públicas como presidentes municipales, diputados locales, legisladores federales, gobernadores o hasta presidentes de una República.
No tienen un Manual para una ruta crítica, para la solución de crisis de comunicación en un gobierno; minimizan el problema en detrimento de la imagen de su jefe; evadir responsabilidades o reaccionar impulsivamente puede empeorar la situación. Por eso, es fundamental contar con un plan de comunicación de crisis y seguir una estrategia clara.
Pero al fin de cuentas, solo me dediqué a responder una pregunta a un pequeño sector de la futura generación de los nuevos comunicadores en Quintana Roo. La única forma de evitar estos errores comunes es tomarse la vocería en serio y comprender la relevancia de este rol en el posicionamiento de la imagen de un gobierno.
Un buen vocero no solo informa a través de boletines, sino que también fortalece la reputación y la imagen del gobierno que le contrató. Por eso, antes de responder, contemple todas las aristas, incluyendo la propia personalidad de su jefe. Ahí se las dejo…
SASCAB
Ayer murió un hombre que asombró al mundo con su estilo de gobernar su país, con el ejemplo; me refiero a José “Pepe” Mujica Cordano, presidente de Uruguay de 2010-2015.
Comparto una de las tantas frases que dogmaron su estilo de vida; “No acompaño el camino del odio, ni aun hacia aquellos que tuvieron bajezas con nosotros. El odio no construye. Esto no es pose demagógica, no es cosa de andar eludiendo el bulto, de poner una cara linda: es cosa de principios”. Al tiempo…