¿Y DONDE ESTÁ EL GOBIERNO?
“La política es la habilidad de contar la misma estupidez, de manera diferente, para engañar a diferentes idiotas que no ven más allá de sus narices”.
No tardará mucho tiempo para que las amenazas de Estados Unidos se cumplan. Y por desgracia el Gobierno Mexicano está más cerca de los Carteles de la droga que de la relación bilateral con el vecino del norte. Hay que decirlo con todas sus letras, Claudia Sheinbaum tiene que mantener el gobierno al que los grandes carteles le apostaron cuando lograron que Andrés Manuel López Obrador llegara a la cúspide del Poder Presidencial.
Y lo tiene que hacer porque sabe que de no obedecer las indicaciones del inquilino de Palenque las cosas se pondrán peor, ante la andanada de Estados Unidos por la crisis del fentanilo y no tardará en imponer más aranceles no tan solo a los productos mexicanos, también a quienes están allá buscando una mejoría económica que les permita que sus familiares tengan la seguridad de llevar una vida tranquila.
Claudia Sheinbaum sigue perdida en el laberinto de las instrucciones del inquilino de Palenque y de un gabinete que no termina de cohesionarse, y que lo único que ha enseñado es un total desconocimiento de lo que se tiene que hacer con la conducción de una nación como la nuestra, pero al paso que vamos lo previsible es que en menos de un año se presente una crisis económica que al tiempo provocará una crisis social de grandes proporciones.
La Señora Sheinbaum requiere de hombres y mujeres con experiencia, porque no es lo mismo ser una estadista improvisada, que una científica que por una imposición alcanzó la cúspide del poder en un país que ha tenido una amarga circunstancia desde que el populismo rampante se apoderó de la conciencia de la mayor parte de los mexicanos. Hay que decirlo con todas sus letras: MÉXICO está en una crisis de credibilidad, además de una economía que apenas da muestras de una recomposición social.
La señora Sheinbaum tiene que entender cuál es el papel que quiere desempeñar en la historia de este país, y tiene que escribirla en los siguientes años venideros, y más le vale que comience a pensar que es lo que quiere hacer, como lo debe hacer, y que resultados quiere tener, porque los mexicanos han comenzado a tener un severo hastío de promesas incumplidas producto del régimen anterior.
No bastan los programas sociales para darle certeza a los mexicanos, por el contrario, lo que requerimos son fuentes de trabajo, inversiones y generación de riqueza, pero, sobre todo, certeza y resultados tangibles en el corto plazo. Es hora de dejar atrás al populismo rampante y convocar a una cruzada por la recomposición del país, el odio contra los adversarios que tanto sembró Andrés Manuel López Obrador, ha sido la peor estrategia gubernamental. Al tiempo.
