Fallece Alberto Fujimori, expresidente de Perú, tras una vida marcada por el poder y la polémica
Alberto Fujimori, expresidente de Perú, falleció este miércoles a los 86 años tras una larga lucha contra el cáncer. La noticia fue confirmada por su hija, Keiko Fujimori, quien expresó su tristeza a través de redes sociales: “Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre ha partido al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma”. Fujimori, quien lideró el país entre 1990 y 2000, dejó un legado controvertido que mezcló logros políticos con serias acusaciones de violaciones a los derechos humanos.
Un legado dual: de la estabilidad económica al autoritarismo
Fujimori nació en 1938 en Lima, hijo de inmigrantes japoneses. Se graduó como ingeniero agrónomo y fue académico antes de lanzarse a la política. En 1990, en un momento de gran descontento con la clase política peruana, llegó al poder derrotando al escritor Mario Vargas Llosa en una elección sorpresiva. Su gobierno, conocido por implementar reformas económicas neoliberales que estabilizaron al país, también estuvo marcado por decisiones autoritarias, como el autogolpe de 1992, donde disolvió el Congreso y suspendió la constitución.
Durante su mandato, Fujimori fue aclamado por su combate a las guerrillas, como el grupo maoísta Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). Bajo su liderazgo, el país derrotó a estos movimientos insurgentes que habían sembrado violencia y caos durante décadas. Sin embargo, este éxito vino acompañado de serias denuncias sobre violaciones a los derechos humanos, especialmente por las masacres de Barrios Altos y La Cantuta, por las que fue condenado.
La caída: corrupción, persecución y fuga
A pesar de su éxito en la lucha contra el terrorismo, el gobierno de Fujimori fue empañado por escándalos de corrupción y abuso de poder. Vladimiro Montesinos, su jefe de inteligencia y principal colaborador, orquestó un entramado de corrupción que eventualmente llevó a la caída del régimen. Fujimori se reeligió en 1995 y nuevamente intentó un tercer mandato en el 2000, lo que desató una crisis política al ser acusado de fraude electoral. La presión internacional, encabezada por la Organización de Estados Americanos (OEA), llevó al deterioro de su gobierno.
Fallece Alberto Fujimori, expresidente de Perú, tras una vida marcada por el poder y la polémica
En el año 2000, Fujimori huyó a Japón y desde allí renunció a la presidencia vía fax. Su regreso en 2007 a Chile, y posterior extradición a Perú, lo llevó a enfrentar la justicia por crímenes de lesa humanidad y corrupción. En 2009, fue condenado a 25 años de prisión por su participación en las masacres de Barrios Altos y La Cantuta.
El final de una era
Aunque su salud se deterioró en los últimos años, y tras varios intentos fallidos de su defensa para lograr su liberación, finalmente en diciembre de 2023 el Tribunal Constitucional de Perú ordenó su excarcelación debido a su avanzada edad y delicado estado de salud. Sin embargo, a menos de un año de su liberación, la vida de Fujimori llegó a su fin.
Su muerte marca el cierre de un capítulo complejo en la historia de Perú. Para muchos, Fujimori fue un líder fuerte que restauró el orden y estabilidad en el país; para otros, su gobierno fue sinónimo de represión y violaciones a los derechos humanos. La historia, inevitablemente, evaluará su legado con ambas caras de la moneda: la lucha contra el terrorismo y la corrupción, y el alto costo en términos de democracia y derechos.
