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Mensaje dominical: “TODOS HACEMOS EL CAMINO”

Mensaje dominical: “TODOS HACEMOS EL CAMINO”

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  1. Iniciamos el camino.Con gran júbilo y gratitud, hemos celebrado hace apenas un año, la elevación de nuestra Iglesia particular, al grado y dignidad de Diócesis. Con gran júbilo, gratitud y responsabilidad, estamos emprendiendo el camino sinodal de nuestra Diócesis de Cancún-Chetumal. En este momento histórico de complejos cambios epocales, culturales y en esta ubicación de nuestra iglesia particular, marcada por la multiculturalidad, con diversidad de procedencias, tradiciones, valores y espiritualidades, resulta de suma importancia emprender juntos un camino en el que todos podamos escucharnos y dialogar para comprender a fondo lo que el espíritu dice a nuestra Iglesia.

 

El papa Francisco por primera vez en la historia de los papas, ha llamado a todo el pueblo de Dios para iniciar un camino sinodal en todas las diócesis. El llamado del papa será una gran bendición para toda la Iglesia en estos momentos tan complicados, si todos sabemos acogerlo con sencillez de corazón, con entusiasmo y generosidad. El Espíritu Santo quiere bendecir a su Iglesia con sus múltiples dones, de los cuales quedaríamos excluidos si decidiéramos en nuestra diócesis no caminar juntos con toda la Iglesia universal. El camino sinodal es una gran bendición que no podemos perdernos.

 

  1. La Providencia sinodal.

 

Emprender un camino sinodal es la gran oportunidad, que Dios nos ofrece para seguir avanzando firmemente en la madurez de la vivencia de fe, en el dinamismo pastoral misionero y en el fortalecimiento de las estructuras eclesiales y sobre todo en la comunión eclesial para llegar a ser como la primitiva Iglesia un solo corazón y una sola alma.

 

El sentido del camino al cual todos estamos llamados, consiste principalmente en descubrir el rostro y la forma de una Iglesia sinodal, en la que cada uno tiene algo que aprender. Pueblo fiel, Colegio Episcopal, Obispo de Roma: uno en escucha de otros y todos en escucha del Espíritu Santo, el espíritu de la verdad que quiere hablar, aquí y ahora a su iglesia. Discernir lo que el espíritu dice a las iglesias, no solos sino con todo el Pueblo de Dios, que participa de la función profética de Cristo.

 

La finalidad del sínodo, no es producir documentos, sino hacer que germine en sueños, suscitar profecías y visiones, hacer florecer esperanzas, estimular la confianza, vendar heridas, entretejer relaciones, resucitar una aurora de esperanza, aprender unos de otros y crear un imaginario positivo que ilumine las mentes, enardezca los corazones y de fuerza a las manos. La finalidad del sínodo no es producir documentos, sino producir proyectos concretos, prácticos y nuevos.

  1. Iglesia y Sínodo son sinónimos.

 

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La finalidad de nuestro camino sinodal es descubrir el rostro y la forma de una Iglesia sinodal en la que cada uno tiene algo que aprender y algo que aportar. Iglesia y sínodo son sinónimos. El camino sinodal no terminará en la celebración del sínodo, puesto que la característica especifica de la Iglesia del tercer milenio, será la sinodalidad.

 

Suplicamos a todos los fieles laicos que eleven incesantes oraciones a Dios nuestro señor pidiendo las luces del Espíritu Santo y la intercesión de la Virgen Santísima de Guadalupe para que este camino sinodal sea para agrado y gloria de Dios. Pido a todas las hermanas consagradas especialmente a las de vida contemplativa que intensifiquen su oración por las intenciones, necesidades y frutos de este sínodo diocesano. Para mantener esta atmosfera de oración procuraremos todos recitar devotamente la oración por el sínodo diocesano en todas las misas, eventos, horas santas y actos de piedad. En la plegaria universal de las misas dominicales se añadirá siempre una intención por el sínodo diocesano y todas las homilías dominicales se complementarán con una breve reflexión relacionando la palabra de Dios con el sínodo diocesano. Que la santísima Virgen de Guadalupe nos bendiga y nos acompañe en este camino sinodal.

 

Adriana Solis Davlos


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